La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, ha tomado medidas enérgicas para combatir la apología del franquismo en el recinto legislativo. Tras escuchar los elogios a la dictadura pronunciados por el diputado de Vox, Manuel Mariscal, durante un debate en el Congreso, Armengol decidió eliminar tales comentarios del Diario de Sesiones.
Mariscal había afirmado que la era posterior a la Guerra Civil fue de «reconstrucción, progreso y reconciliación», en contraposición a la visión oficial del Gobierno que la califica como «oscura». A pesar de que Armengol no escuchó en directo las palabras de Mariscal, tras revisar el material audiovisual decidió que eran inaceptables.
En lugar de suprimir por completo los comentarios, Armengol optó por incluirlos entre corchetes en el Diario de Sesiones, indicando que fueron censurados por orden de la Presidencia del Congreso. Esta acción se llevó a cabo en el contexto de una propuesta de Vox para derogar la Ley de Memoria Democrática, en la cual Armengol reiteró su compromiso de no permitir discursos que elogien el franquismo o inciten al odio en el Congreso.
La presidenta del Congreso advirtió a todos los diputados sobre la prohibición de hacer apología del franquismo, recordando los horrores causados por la dictadura en España. Su reacción se produce en un momento en el que el debate sobre la memoria histórica sigue siendo relevante en el país, reflejando la importancia de mantener una narrativa democrática y respetuosa sobre el pasado.
Este caso refleja el interés de Armengol en mantener la democracia y proteger los derechos de todos los ciudadanos, evitando cualquier tipo de discurso que pueda glorificar una dictadura sangrienta.
