Hoy, 27 de octubre, se conmemora el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En honor a esta ocasión, los emblemáticos molinos se han iluminado de color naranja para concienciar sobre esta condición que afecta a una gran parte de la población infantil y adolescente.
El TDAH es un trastorno crónico de origen neurobiológico que se caracteriza por la persistente falta de atención, la hiperactividad y/o la impulsividad. Por lo general, se detecta en la infancia y puede continuar en la edad adulta, afectando la vida diaria de quienes lo padecen. Sin embargo, con el diagnóstico y el tratamiento adecuados, las personas con TDAH pueden llevar una vida plena y satisfactoria.
El objetivo de esta jornada es sensibilizar al público en general sobre la importancia de detectar, diagnosticar e intervenir tempranamente en aquellos niños y adolescentes que presenten signos de TDAH. La detección a tiempo puede marcar una gran diferencia en la vida del afectado, permitiendo iniciar tratamientos que mejoren su calidad de vida y favorezcan su integración en el ámbito educativo, social y familiar.
Además de la iluminación especial de los molinos, es fundamental que la comunidad participe de forma activa en la difusión de información sobre el TDAH. Hablar abiertamente sobre este trastorno, compartir experiencias y desmitificar ciertos prejuicios son pasos esenciales para construir una sociedad más inclusiva y comprensiva.
Por lo tanto, más allá del simbólico acto de iluminar los molinos de color naranja, este día nos invita a iluminar nuestras mentes, a comprender y apoyar a aquellos que enfrentan el desafío diario de vivir con TDAH. Es una oportunidad para educarnos, compartir y, sobre todo, reafirmar nuestro compromiso con la inclusión y el respeto hacia la diversidad neurobiológica.
[Artículo publicado en el diario online «Herencia (Ciudad Real). Diario de información en el corazón de la mancha».]
