Durante las festividades de Nochebuena y Nochevieja, el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha experimentó un significativo descenso en el número de llamadas en comparación con el año anterior. Según los datos proporcionados por la Consejería de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, se recibieron un total de 2.900 llamadas, lo que representa una reducción del 12% respecto a las 3.290 llamadas del año anterior.
Este descenso parece ser parte de una tendencia a la baja que se ha venido observando desde el final de la pandemia en 2020, convirtiendo a estas fechas en las más tranquilas en cuanto a incidentes de los últimos ocho años. Sin embargo, durante el periodo comprendido entre el mediodía del 24 de diciembre y las 8 de la mañana del día siguiente se registró un ligero incremento, con 1.637 llamadas en comparación con las 1.570 del año anterior.
Entre los incidentes más destacados durante estas festividades en la región de Toledo, se encuentra un trágico accidente de tráfico en Quintanar de la Orden, donde un joven de 25 años perdió la vida. Además, en Illescas, un incendio en una vivienda provocó graves quemaduras a un hombre de 66 años, quien tuvo que ser trasladado a la unidad de quemados del Hospital Universitario de Getafe en Madrid.
Durante el período de Nochevieja, el 1-1-2 registró 1.263 llamadas, lo que representa una notable disminución en comparación con las 1.720 llamadas del año anterior. Aunque hubo menos incidentes de gravedad, se destaca un accidente laboral en Albacete en el que una mujer sufrió la amputación parcial de una mano en una picadora de carne.
La tendencia general apunta a una disminución constante en el número de llamadas y en la severidad de los incidentes reportados en los últimos años. Los sectores que más demandaron intervención fueron el sector sanitario, seguido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, en tercer lugar, el cuerpo de Bomberos.