La ETAP de Toledo Inaugura Nueva Línea de Tratamiento de Fangos para Promover la Sostenibilidad
La Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Toledo ha dado un importante paso hacia la sostenibilidad con la inauguración de una nueva línea de tratamiento de fangos, un proyecto que ha requerido una inversión de 1,8 millones de euros. Esta modernización permitirá recuperar hasta 500.000 metros cúbicos de agua al optimizar el manejo de los fangos generados durante el proceso de depuración.
La ceremonia de inauguración fue presidida por el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, quien estuvo acompañado por el concejal de Medioambiente, Río Tajo y Deportes, Rubén Lozano, y el gerente del Servicio Municipal de Aguas de Toledo, Eduardo Galán. Durante este evento, Galán destacó que la ETAP, en funcionamiento desde 1971, tiene la capacidad de potabilizar 50.000 metros cúbicos de agua diariamente, abasteciendo no solo a Toledo, sino también a localidades cercanas como Polán y Guadamur.
Galán explicó que los residuos generados en el proceso son principalmente materia orgánica, que requiere un tratamiento adecuado para su gestión. A diferencia de los lodos de las depuradoras de aguas residuales, estos fangos son considerados inertes, no contaminantes ni peligrosos. La nueva línea de tratamiento se enfocará en una gestión efectiva de estos residuos, consolidando un enfoque ambientalmente sostenible y posicionando a Toledo como un referente en la gestión de recursos hídricos.
El nuevo sistema incluye múltiples etapas que concentrarán los fangos, culminando en un proceso de deshidratación mediante filtros a alta presión, lo que permitirá recuperar completamente el agua. El fango deshidratado, al ser inerte, se depositará en un vertedero seguro.
Durante su intervención, el alcalde Velázquez subrayó la vital importancia de esta inversión para garantizar la sostenibilidad hídrica en Toledo. En años anteriores, la ciudad enfrentó el desperdicio de millones de litros de agua anualmente, un problema que esta nueva infraestructura busca mitigar. Además, mencionó que los vertidos no autorizados resultaron en multas económicas, como las impuestas en 2022 y 2023, fondos que podrían haberse utilizado para mejorar servicios municipales.
Finalmente, Velázquez agradeció a todos los involucrados en este emblemático proyecto, destacando que la nueva planta potabilizadora no solo mejora el tratamiento del agua, sino que también posiciona a Toledo como un modelo de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente a nivel nacional.