El Gobierno de Castilla-La Mancha destina 6,3 millones de euros para reducir el riesgo de inundaciones en Cobisa
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha una importante iniciativa para disminuir el peligro de inundaciones en Cobisa, localidad de la provincia de Toledo. En este sentido, se ha iniciado el proceso de licitación para las obras de canalización subterránea del arroyo de La Degollada, que atraviesa este núcleo urbano. El proyecto, con una inversión de 6,3 millones de euros, ha sido posible gracias a la colaboración entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Toledo y el Ayuntamiento de Cobisa.
Mercedes Echegaray, directora de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, ha dado a conocer la licitación a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público. Esta intervención forma parte de una propuesta más amplia de protección hídrica que también afecta a la localidad de Cebolla. El proyecto global cuenta con un presupuesto de más de 10 millones de euros, financiado con fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).
La necesidad de invertir en infraestructuras de esta naturaleza se ha vuelto urgente debido a los efectos del cambio climático, que han provocado episodios de precipitaciones extremas e inundaciones en la región. Echegaray ha destacado que el objetivo principal es brindar soluciones sostenibles y definitivas para municipios frecuentemente afectados como Mira, Letur, Cobisa y Cebolla.
Especialmente en Cobisa, las obras son fundamentales para mitigar el impacto de las inundaciones que han golpeado al municipio en el pasado, como las ocurridas en septiembre de 2021. La nueva canalización, de casi dos kilómetros de longitud, reemplazará a la infraestructura existente. Esta cambiará las dimensiones a una de 3×2 metros en la Calle Veguilla y de 5×2 metros en la travesía hacia la carretera Toledo, siguiendo un recorrido que atraviesa áreas clave de Cobisa, como el Camino de la Dehesilla.
El proyecto no se limita únicamente a la canalización del arroyo, sino que incluirá trabajos complementarios, como movimientos de tierra y desbroces. Además, se restaurará la red de saneamiento y el alumbrado público afectados por las obras. También se contempla la construcción de un canal abierto revestido de escollera, un parque fluvial diseñado para ser inundable, y una balsa de infiltración con capacidad para albergar 2.000 metros cúbicos de agua.
Echegaray ha resaltado que las soluciones adoptadas están en línea con las recomendaciones de la Unión Europea, que promueven enfoques basados en la naturaleza como parte de sus estrategias de infraestructura hidrológica. Se espera implementar este enfoque en futuras intervenciones en otros entornos urbanos de Castilla-La Mancha, garantizando una convivencia más armoniosa con los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático.
