El sábado pasado, Pastrana dio inicio a la temporada navideña con un evento lleno de alegría y emoción que quedará grabado en la memoria de sus habitantes. La celebración comenzó con un pregon navideño, en el que participaron activamente los más pequeños de la comunidad, dando un toque especial a la jornada.
A pesar del frío característico de la región, las festividades comenzaron a las seis de la tarde con el repique de campanas de la Colegiata, acompañadas por una misa especial que contó con la participación del conjunto musical Rondalla Torrejón. El acto emotivo incluyó la interpretación de canciones adaptadas para la ocasión y un homenaje a amigos recientemente fallecidos.
El momento más destacado llegó con la presentación de los pregoneros, reconocidos por su dedicación al Belén de la Colegiata durante más de treinta años. En su discurso, Inmaculada Taravillo destacó la belleza y crecimiento continuo del nacimiento, considerado uno de los mejores de la provincia, y envió un mensaje de solidaridad a aquellos que sufren en el mundo.
El Belén, coordinado por Teresa Crespo, se extiende sobre 36 metros cuadrados y cuenta con más de 110 figuras. A pesar de las novedades introducidas cada año, elementos clave de este proyecto multipremiado permanecen inalterables.
Tras el pregón, la celebración continuó en el Palacio Ducal con un concierto de villancicos a cargo de la Rondalla Torrejón, culminando con el encendido del alumbrado navideño por los niños, que iluminó diferentes espacios de la villa. Además, se inauguró un mercadillo solidario en apoyo a Javier, un niño con lesión cerebral, organizado por su madre Conchi Rodríguez Sánchez.
La combinación de tradición navideña y solidaridad ha reforzado el sentido comunitario y la calidez de Pastrana durante estas fiestas, convirtiendo el evento en una experiencia inolvidable para todos los asistentes.
