El alcalde de Hellín, Manuel Serena, ha integrado a dos miembros de Vox en su equipo de Gobierno con el objetivo de facilitar la negociación de los presupuestos municipales. A pesar de las posibles controversias políticas, Serena asegura que «no ha venido el demonio» a gobernar y que las necesidades locales deben estar por encima de la ideología política nacional.
Al inicio de su mandato, el alcalde tenía 10 concejales, frente a los 8 del PSOE y 3 de Vox. Tras evidenciar la dificultad de llegar a acuerdos con ambos partidos, se decidió por negociar con Vox, ya que este partido mostró una disposición para colaborar en cuestiones concretas. Hasta el momento, esta colaboración no ha generado crisis en el Gobierno, y se ha limitado a competencias en Comercio y Sanidad y Familia.
En cuanto a otros temas, el alcalde también se pronunció sobre la colocación de banderas en el balcón del Ayuntamiento durante efemérides como el Día del Orgullo LGTBi, afirmando que se cumpliría la ley pero permitiendo la colocación de banderas en el balcón lateral. Además, se han comenzado a abordar problemáticas locales, como la necesidad de regular el empadronamiento en situaciones que afectan a la inmigración.
Serena concluyó destacando que la situación del Partido Popular en Hellín se ha estabilizado, generando un ambiente propicio para el desarrollo de proyectos y soluciones para los ciudadanos. Expresó su confianza en que el PP seguirá siendo una fuerza sólida en la política local en los próximos años.
