En un ambiente lleno de esperanza y emoción, el alcalde de Talavera, José Julián Gregorio, se dirigió a los ciudadanos durante un evento especial en la Basílica de Nuestra Señora del Prado, donde se encontraban los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar. Durante la ceremonia, que precedió a la Gran Cabalgata tradicional, el alcalde transmitió un mensaje de fortaleza y unidad para el año 2025.
Visiblemente conmovido, Gregorio expresó sus mejores deseos para la comunidad talaverana, instando a los ciudadanos a encarar el nuevo año con valentía y entusiasmo. En su discurso, reafirmó el compromiso de su equipo de Gobierno de seguir mejorando la calidad de vida en la ciudad y agradeció la solidaridad de los ciudadanos, en especial de los jóvenes, resaltando que este espíritu sería recompensado con la generosidad de los Reyes Magos en esta noche mágica.
El alcalde hizo un llamado enfático a la comunidad para apoyar especialmente a las familias en situación de vulnerabilidad, invitando a todos los talaveranos a unirse en la tarea de ayudar a aquellos que más lo necesitan, junto con las instituciones. «Entre todos debemos aportar nuestro granito de arena», enfatizó, despertando un sentido de responsabilidad compartida entre los presentes.
La Gran Cabalgata, uno de los eventos más esperados del año, llenó de magia y alegría las calles de Talavera. Con la participación de 12 carrozas temáticas, desde personajes de Disney hasta un impresionante Dragón del Castillo, el desfile cautivó la imaginación de los más pequeños. Además, se repartieron 4.000 kilos de caramelos sin gluten para el disfrute de todos.
El evento contó también con la presencia de un camión de bomberos, un vehículo de la Policía Local y varios hinchables temáticos. Destacó el tren inclusivo, que proporcionó una experiencia inclusiva para todos por segundo año consecutivo.
En sus palabras finales, el alcalde agradeció sinceramente a las asociaciones de vecinos y voluntarios que contribuyeron al éxito de la Cabalgata, reconociendo que su esfuerzo y dedicación fueron fundamentales para garantizar que miles de niños vivieran una experiencia inolvidable. Con la comunidad unida en valores de generosidad y cooperación, Talavera comienza el nuevo año con renovada esperanza y espíritu de solidaridad.