Tragedias herencianas. Capítulo I

El día 23 de julio de 1927, dos adolescentes perdieron la vida en un trágico accidente en la villa de Herencia. José Fernández-Baíllo y Díaz-Pacheco y José Jiménez-Ortiz y López-Escribano, de 17 y 15 años respectivamente, fallecieron en la bodega de Don Marcelino Rodríguez. Los jóvenes, que trabajaban como jornaleros en el lugar, murieron por inmersión y asfixia por gases, principalmente óxido de carbono.

El suceso conmocionó a la comunidad, y los cuerpos fueron encontrados por dos vecinos de Herencia, Braulio Sepúlveda Álvarez e Indalecio López Fuensalida, quienes alertaron a las autoridades. Curiosamente, uno de los jóvenes, José Fernández-Baíllo, fue enterrado con una losa dedicada por la Banda Municipal, mostrando así el afecto que le tenían en la comunidad.

El caso se encuentra registrado en el Cementerio Municipal, donde se detalla la propiedad de las fosas de los jóvenes. Además, se descubre que el padre de uno de los fallecidos también perdió la vida 33 días después del trágico accidente, aunque las causas de su muerte son desconocidas.

Este artículo fue publicado en el diario online «Herencia (Ciudad Real). Diario de información en el corazón de la Mancha», donde se detalla la historia de esta tragedia ocurrida en Herencia en 1927.

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