Una Jornada de Pasión y Devoción Cofrade

La ciudad de Puertollano experimenta un Viernes Santo lleno de emoción y recogimiento en su Semana Santa

La ciudad de Puertollano vivió un Viernes Santo lleno de intensidad y emoción en el marco de su Semana Santa. Las procesiones, caracterizadas por el recogimiento, la solemnidad y la belleza, recorrieron las calles de la ciudad desde la madrugada hasta la noche.

La jornada comenzó en silencio en la madrugada, cuando la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Cofradía del Santísimo Cristo de las Maravillas y del Señor San Miguel iniciaba su recorrido a las 4:00 horas. Esta venerada figura, restaurada por el imaginero Jesús Méndez Lastrucci en 1999, conmovió a los fieles que llenaban las calles Cañerías, Aduana y el Paseo San Gregorio.

A lo largo del día, otras cofradías se sumaron a las procesiones, llenando las calles con devoción y emoción. Destacó la Congregación Penitencial de Siervos de María Santísima de los Dolores, cuya titular, esculpida por Luis Fernando Ramírez Mata, recorrió Puertollano acompañada por una cuadrilla mixta de costaleros.

Por la mañana, la Cofradía de los Discípulos de San Juan y Santo Sepulcro realizó una impresionante salida con sus tres pasos portados a costal, acompañados por agrupaciones musicales que aumentaron la espiritualidad del momento.

La tarde se volvió solemne con el Santo Descendimiento y la imagen de Nuestra Señora de la Piedad, conocida por su tradicional recogimiento.

La noche trajo las procesiones del Santísimo Niño Jesús y del Santo Sepulcro, seguidas por cientos de fieles en un ambiente de recogimiento y oración.

La jornada culminó con la procesión de la Virgen de la Soledad, de la Cofradía de la Vera Cruz, que cerró la jornada con elegancia sobria y la participación de la Banda Sinfónica de Puertollano.

La participación ciudadana fue masiva a lo largo del día, destacando el respeto y fervor con los que los puertollanenses acompañaron a sus imágenes. Gracias a la dedicación de hermandades, costaleros, anderos, músicos y nazarenos, Puertollano vivió una jornada inolvidable donde tradición y devoción se unieron.

Fuente: herencia.net

Scroll al inicio