La ciudad de Ámsterdam se convierte en el epicentro del mundo vinícola con el inicio de la 16ª edición de la World Bulk Wine Exhibition (WBWE), una feria que se erige como la más importante en Europa dedicada al vino a granel. Este evento, que se desarrollará durante dos días, cuenta con la participación de más de 250 expositores procedentes de más de 20 países, ofreciendo un espacio para el intercambio comercial y la búsqueda de soluciones ante la crisis que enfrenta el sector.
Rodolphe Lameyse, CEO de Vinexposium, hizo hincapié en el preocupante contexto económico en el que se lleva a cabo esta edición de la WBWE. Según Lameyse, las ventas de vino han alcanzado niveles alarmantes en el actual ejercicio, una situación agravada por la incertidumbre geopolítica que afecta a estados tan influyentes como Estados Unidos, Reino Unido y China. La disminución del consumo de vino, vinculada a fenómenos climatológicos adversos como sequías e inundaciones, también ha encendido las alarmas en la industria. Ante este panorama, Lameyse subrayó la necesidad urgente de que los productores sean resilientes, explorando nuevos mercados y oportunidades comerciales para asegurar su supervivencia.
La feria se presenta, así, como una plataforma crucial para la apertura hacia mercados extranjeros. Hace cuatro décadas, países como Francia, Italia y España dominaban el 80% de las exportaciones de vino, una cifra que ha descendido a alrededor del 40% en la actualidad. Lameyse recalca la necesidad de que las empresas vitivinícolas diversifiquen sus exportaciones para mantener su competitividad en un mercado extremadamente dinámico.
Otilia Romero de Condés, CEO de Pomona Keepers, también destacó la importancia de este encuentro, que atrae a compradores de medio centenar de nacionalidades, generando significativas oportunidades de negocio. No obstante, Romero advirtió sobre los «síntomas de atasco» que presenta el mercado, instando a un análisis profundo de la gestión de la actual crisis. Enfatizó la importancia de mantenerse atentos a las tendencias de consumo y a la calidad del producto para adaptarse de manera efectiva a las demandas del mercado.
Durante el evento, se llevarán a cabo conferencias que buscan guiar a los asistentes sobre el futuro del sector vitivinícola en un mundo en constante cambio. Romero mencionó específicamente la necesidad de nuevas estrategias de marketing enfocadas en el vino a granel, un segmento que aún carece de un enfoque claro y que podría representar una herramienta valiosa a corto y medio plazo.
Cifras recientes de la International Organisation of Vine and Wine evidencian la gravedad de la situación: en 2023, el consumo mundial de vino descendió a 221 millones de hectolitros, un descenso del 2,6%. Este fenómeno está ligado a una inflación del mercado global que ha disparado el precio del vino hasta los 3,62 euros por litro, un aumento de casi el 30% desde el año anterior. Este incremento de precios ha afectado a todas las categorías de vino, registrándose caídas en las ventas del 9% para el vino embotellado y del 4% para el vino a granel, con caídas en valor del 6% y el 10% respectivamente.
Pese a estos desafíos, las exportaciones se perfilan como un motor clave para el sector, dado que el 45% del vino consumido a nivel global es importado. Con la WBWE, productores y compradores tienen una oportunidad única para encontrar nuevos caminos que permitan afrontar los retos de un mercado global golpeado por múltiples presiones económicas.
Artículo publicado en: Más Exportación y Reflexiones para superar la crisis del sector.